Tomillo, romero y otras especias, crean el condimento perfecto para un caldo que embauca a los más sibaritas de la zona.
El hogar de un abuelita que alimenta muchas bocas todas las noches, con un plato a base de verduras, carne, sales y pimientas.
Un plato típico de tierra de volcanes, bosques de pinos y extensiones de plataneras.
Unas manos manchadas de experiencia que hace feliz a cualquiera que se atreve a probar la magia del puchero canario.